En el idílico entorno de Sant Boi de Lluçanès situado a poco mas de 1 hora al norte de Barcelona, se encuentra la
majestuosa masía de El Vilar cargada de historia y tradición. Situada al punto mas alto del núcleo urbano, cuenta con
varias edificaciones que suman un total de 12.125 m2, y que son un testimonio viviente de la riqueza cultural y
arquitectónica de la región.
El Vilar de Sant Boi ya aparece documentado desde el siglo XII como un gran edificio de cuerpo cuadrado con una torre
en medio, entrada neoclásica y gárgolas con motivos animales que hay en el tejado de la fachada principal.
La masía tuvo su época de esplendor en los siglos XVII y posteriores, durante la dinasơa de los propietarios de Vilar,
nombrados ciudadanos honrados de Barcelona y caballeros en los años 1709, 1736 y 1855.
Durante la primera guerra carlista en la masía pernoctaba el Conde de España y en varias ocasiones el General Prim.
Durante la tercera guerra carlista la masía se utilizó como palacio de intendencia general de Cataluña del bando carlista.
A mediados del siglo XIX el heredero del Vilar, Antoni de Vilar, se casó con una rica heredera de la Cerdanya, Lotgarda
de Pedrals, uniendo dos grandes patrimonios que llegaban de Barcelona a Francia sin salir de sus tierras.
En 1735 si hizo la obra de ampliación añadiendo dos galerías porticadas con arcos rebajados que comunican con una
pequeña torre cuadrada y convirtiéndolo en el gran edificio que es ahora, que cuenta con planta baja, primera planta
y segunda planta de 1080 m cada una, y una tercera planta de 888 m2
.
La primera planta es un verdadero reflejo de la nobleza de antaño, donde encontramos el salón principal de más de
100 m2
donde se celebraban bailes y los grandes convites. Este salón da acceso a las 4 habitaciones nobles que
disponen de su antesala y la habitación en sí con su cama matrimonial orientada con la cabeza al norte y su propio
lavabo, ofreciendo privacidad y confort. También dispone de otras habitaciones como la habitación para el capellán
que regentaba la capilla ubicada en la finca. En la misma planta hay disƟntos salones, comedores, sala de chimenea
con el banco envolvente original, la sala de música con su piano, una biblioteca con libros, pergaminos anƟguos y los
muebles originales sellados con el escudo de armas de la casa.
En este nivel también hay la cocina, 2 baños, 2 terrazas, el acceso al jardín posterior de 6000 m2
a través de un puente
voladizo, el acceso tanto a la parte superior como inferior de la iglesia y el acceso a la galería porticada y cerrada con
cristales que en invierno es la parte más cálida de la casa con sol todo el día.
La historia cobra vida al subir por la escalinata principal que cuenta con una torre interior de 18 metros de altura. En
la planta baja se encuentran las antiguas cuadras de las vacas, la bodega situada en la cara norte, que conserva la
esencia del pasado, al igual que las cuadras para caballos, un pozo interior, un pequeño piso donde se alojaba el servicio
y una escalera secundaria que conduce directamente a la segunda planta en la parte donde actualmente residen los
masoveros.
La segunda planta de 1080 m2 alberga también las antiguas habitaciones del servicio aún por rehabilitar, un depósito
de agua de 30.000 litros para la recolección de agua de lluvia, que anteriormente daba servicio a toda la casa y
actualmente se utliza para el riego de los jardines y el huerto. En esta planta también hay una galería porƟcada sin
acristalar y una pequeña torre en la punta con un palomar donde se hacía cría de palomas.
En la tercera planta, de 888 m2, se encuentran distintas salas diáfanas de madera, donde antiguamente se guardaba
el grano de las cosechas que, a través de un sistema de tubos, el grano se transportaba de la planta baja hacia la tercera
planta. Al igual que la segunda planta, esta área está pendiente de rehabilitación.
La finca cuenta con suministro de agua potable de red y electricidad. Durante los últimos años se hizo una restauración
externa en la cara norte y la galería recuperando el recubrimiento original de cal y arena, siguiendo métodos
tradicionales con un profundo respeto por el origen de la finca, También ha sido recuperado el esplendor de la planta
noble (1ª planta) restaurando todas las maderas y pinturas originales existentes para mantener la esencia de la casa.
Todos los trabajos se llevaron a cabo por el últmo propietario, un anitcuario experto en arte que ha destinado gran
parte de su vida a mantener un patrimonio arquitectónico excepcional, recuperando incluso mobiliario original de la
época de la casa que había estado vendido muchos años antes.
Rodeada de jardines, 6.000 m2 a la parte posterior, 885 m2 a la parte lateral oeste donde se encuentra también la era
y el camino de entrada principal de 680 m2 y el jardín frontal de 337 m2 que linda con la huerta de 946 m2
.
Desde el exterior también se accede a la capilla privada, que aún conserva su retablo original dedicada a la virgen del
Rosario, añadiendo un toque de espiritualidad y paz.
También hay distintas construcciones como pajares y naves separadas de la casa principal, donde a lo largo de los años
se han llevado a cabo distintas actividades como comerciar su propia leche con cacao con la marca de la casa, fue
también un aserradero durante unos años, y actualmente la mayoría se encuentran vacías.
Esta finca no es solo una propiedad; es un legado, un pedazo de historia enclavado en el hermoso y tranquilo paisaje
del Lluçanès, un lugar donde el pasado y el presente se encuentran para ofrecer una experiencia de vida
verdaderamente excepcional.
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